Santo Rosario

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos

Líbranos Señor, Dios nuestro.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Amén.

Rezar el Credo.

Rezar 3 veces El Ave María.

Rezar un Gloria.

Rezar un Padrenuestro.

Rezar 10 veces el Ave María con la meditación del misterio.

Rezar un Gloria.

Oración de Fátima:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,

Líbranos del fuego del infierno,

Lleva al cielo a todas las almas,

Especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Anunciar el Segundo Misterio.

Rezar un Padrenuestro.

Rezar 10 veces el Ave María con la meditación del misterio.

Rezar un Gloria.

Oración de Fátima:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,

Líbranos del fuego del infierno,

Lleva al cielo a todas las almas,

Especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Anunciar el Tercer Misterio.

Rezar un Padrenuestro.

Rezar 10 veces el Ave María con la meditación del misterio.

Rezar un Gloria.

Oración de Fátima:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,

Líbranos del fuego del infierno,

Lleva al cielo a todas las almas,

Especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Anunciar el Cuarto Misterio

Rezar un Padrenuestro.

Rezar 10 veces el Ave María con la meditación del misterio.

Rezar un Gloria.

Oración de Fátima:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,

Líbranos del fuego del infierno,

Lleva al cielo a todas las almas,

Especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Anunciar el Quinto Misterio.

Rezar un Padrenuestro.

Rezar 10 veces el Ave María con la meditación del misterio.

Rezar un Gloria.

Oración de Fátima:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados,

Líbranos del fuego del infierno,

Lleva al cielo a todas las almas,

Especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

Rezar el Salve:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,

vida, dulzura y esperanza nuestra.

Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,

a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,

vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,

y después de este destierro, muéstranos a Jesús,

fruto bendito de tu vientre.

Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén

Como Rezar el Santo Rosario Completo

  1. Señal de la Cruz y rezar el Credo.
  1. Rezar un Padre Nuestro.
  1. Rezar tres Ave Marías.
  1. Rezar un Gloria.
  1. Enunciar el Primer Misterio.
  1. Rezar diez Ave Marías meditando el misterio.
  1. Rezar un Gloria y Jaculatorias del Rosario.
  1. Enunciar el Segundo Misterio y rezar un Padre Nuestro.
  1. Rezar diez Ave María meditando el misterio.
  1. Rezar un Gloria y Jaculatorias del Rosario.
  1. Enunciar el Tercer Misterio y rezar un Padre Nuestro.
  1. Rezar diez Ave María meditando el misterio.
  1. Rezar un Gloria y Jaculatorias del Rosario.
  1. Enunciar el Cuarto Misterio y rezar un Padre Nuestro.
  1. Rezar diez Ave María meditando el misterio.
  1. Rezar un Gloria y Jaculatorias del Rosario.
  1. Enunciar el Quinto Misterio y rezar un Padre Nuestro.
  1. Rezar diez Ave María meditando el misterio.
  1. Rezar un Gloria y Jaculatorias del Rosario.
  1. Rezar la Salve.

Hacer la Señal de la Cruz.

Rezo del Santo Rosario

Te enseñamos como rezar el rosario completo, esta bella plegaria del rosario católico o el Santo Rosario completo (oración del santo rosario católico)

Oraciones para el Santo Rosario

Es una oración repetitiva que le hacemos a nuestra madre María, que es nuestra madre, pastora, inmaculada, para que nos llene de bendiciones, nos apacigüe nuestro corazón, nos llene de paz, alegre nuestro espíritu y nos lleve así el camino de la eternidad.

María es nuestra interceptora, es la llena de gracia, es la llena del espíritu de Jesús, que nos protege, nos acompaña, nos cuida, nos guía, porque ella es el camino más corto, confiable, fácil, seguro y perfecto para ir a Jesús. Este rezo debemos hacerlo con mucha devoción, donde no tengas ninguna distracción, hazlo con fe y esperanza, comprenderás el cambio que dará tu vida; donde le encomendamos la unidad de nuestra familia, que llene de gozo nuestros corazones, que nos ayude a convivir en paz, comprensión, unidad y felicidad con nuestros semejantes, nuestro entorno y la naturaleza, siempre debemos agradecer a Dios a ejemplo de María, que era agradecida a pesar de las pruebas.

María es la humilde por excelencia, nos muestra la grandeza de la verdadera humildad, ella entiende que no hay otro camino que la humildad para conquistar el corazón de Dios.

María intercede ante nuestro Padre Celestial, para que nos de discernimiento, sabiduría, para saber tomar las mejores decisiones en nuestra vida, para que mis hijos cumplan sus sueños, que todos proyectos y metas que se tracen, sean acertadas para su bienestar y el de toda su familia y el de la sociedad, que tengan éxito y un gran futuro.

Aprendamos a ejemplo de María a ofrendar todos nuestros sufrimientos personales, nuestras alegrías, las pruebas, la esperanza, nuestros pensamientos, nuestros sueños, proyectos e ilusiones; decirle a Dios hágase según tu palabra, según tu santa voluntad, a ejemplo de Jesús cuando se le llegó su hora de morir y María cuando le dice al ángel: hágase en mí según su palabra.

He aquí la esclava del señor; fue la esclava del señor, que todo lo que se le dijo se cumplió, cuando esa frase profética del sabio Simeón: una espada te a travesera el alma. Estuvo crucificada con Cristo, permaneciendo fiel a su lado, con su presencia silenciosa en la hora infausta de la cruz.

En el padre nuestro le decimos al señor hágase su voluntad, no importando por las adversidades que estemos pasando, siempre dándole agradecimientos por nuestra vida, salud, por el aire que respiramos, por el techo, por el pan de cada día, por nuestra familia, es tanto por lo que tenemos que agradecer a Dios.

Aprendamos a servir a nuestros semejantes a ejemplo de María, cuando corrió donde su prima Isabel, mujer entrada en años, acompañándola y sirviéndole al final de su embarazo y después del parto, fue un servicio de gozo y paz; que nosotros a ejemplo de María sirvamos a las personas necesitadas.

María se alegra porque Dios, ha mirado la humildad de su sierva, y ella solo hace su santa voluntad, se confía a Dios, siendo incondicional, fiel, siendo madre por excelencia, nos enseña el amor verdadero

María es nuestra madre espiritual desde la crucifixión, cuando Jesús le dijo a Juan: he ahí a tu madre, mujer he ahí a tu hijo. María es la obediente y disponible a la voluntad de Dios, cúmplase en mi según tu palabra, ella guarda en su corazón las palabras del sabio Simeón: Una espada le atravesara el alma.

María desde su vida contemplativa supo escuchar la voz de Dios y dejar que el cumpliera su proyecto en su vida, es una mujer dócil, se deja conducir por el espíritu.

María es guiada por el Espíritu y ella guía a los apóstoles en su docilidad al espíritu, que alaba, agradece y que se goza en el espíritu, esas bellas palabras que ella pronuncia: Engrandece mi alma el Señor; se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.

Su espíritu se goza, es un gozo sosegada, un gozo que da paz; es un gozo que permanece a pesar de las adversidades de la vida; es un gozo que no lo da el mundo; es un gozo interior, es un gozo lleno del amor a Dios y a la humanidad.

  • En los misterios de Gozo: contemplamos la vida de Jesús en su infancia, al lado de su Madre María y su padre adoptivo José.
  • Los misterios de luz: La vida el ministerio público de Jesús.
  • Los misterios de dolor: La vida de Jesús su pasión y muerte.
  • Misterios gloriosos: La vida triunfante y gloriosa de Jesús; más allá de la muerte

El rosario nos permite estar en unión con nuestra familia, donde vemos que, familia que reza unida permanece unida.

Cuando cogemos el hábito de rezar el rosario, nos aquieta el alma, perdonamos de corazón, nos serena nuestro espíritu reconciliándonos con los que nos han ofendido, nos da paz, esa paz que Jesús nos da: la paz les dejo, mi paz os doy.

No Hay mayor gozo en el espíritu, que el que nos proporciona el rosario, el rosario consuela, el rosario fortalece y une nuestras familias en el amor a Dios.

Las alegrías del mundo es comer, beber, comprar, vender, dormir y pasear, ir al cine. Pero las alegrías del espíritu, es un gozo que experimentamos cuando tenemos a Dios en nuestro corazón.

Somos nosotros los que no dejamos actuar a Dios en nuestras vidas; siempre le ponemos obstáculos: nuestros odios, rebeldías, nuestra soberbia, envidias, nuestra forma de pensar y de actuar, nunca le preguntamos si el proyecto que vamos a emprender nos conviene, somos duros de corazón, estos son los grandes obstáculos, que no nos permite dejarnos llevar por el Espíritu. María es obediente a Dios, aún en la prueba del calvario, nunca lo interrogó, porque a mí, siempre segura y confiando en él.

Debemos pedirle a Dios que nos ausente de esas personas toxicas que nos hacen pasar malos momentos y, nos llevan a perder la alegría de vivir, que nos ayude a ser más pacientes, más comprensivos y humildes, porque en él solo podemos tener fe, esperanza, comprensión, salud, armonía y gozo.