¿Qué es el Islamismo?
Se habla mucho del Islamismo en la esfera pública y en los medios de comunicación, pero ¿qué sabemos realmente de esta religión que une a más de mil quinientos millones de creyentes en todo el mundo?
Nacida hace catorce siglos en La Meca, esta fe se ha extendido por todo el planeta hasta convertirse en la segunda fe monoteísta.
El Islam es la tercera religión monoteísta del mundo. La palabra Islam significa literalmente entrega, sumisión a Dios.
La raíz árabe de la palabra es SLM, que significa «paz».
Aslama, el verbo, significa someterse, abandonarse, entregarse, implícitamente a Dios, el Único. En el Islam, la vocación de toda la humanidad es entregarse, someterse a Dios un día u otro.
El Islamismo, religión nacida en las arenas del desierto de Arabia a principios del siglo VII d.C., en medio de un pueblo nómada, el Islam se construye en torno a tres elementos fundadores:
- Alá, el Dios único, pero también la unicidad de Dios, que no tiene copartícipe, que no ha engendrado ni ha sido engendrado;
- Mahoma (Mouhammad, en árabe) su mensajero, el Profeta ;
- el Corán, el Libro Sagrado que contiene las palabras divinas dictadas por el Arcángel Gabriel al mensajero de Dios, Mahoma. El Corán es la fuente principal del Islam, junto con los hadices, que son los dichos y comportamientos del Profeta relatados por sus compañeros y que constituyen la Sunna o Tradición. Fundado en un Dios único y en su profeta Mahoma, el Islam se extendió con una rapidez vertiginosa y se apoderó de gran parte del planeta. Creó una civilización prestigiosa, construyó grandes ciudades, inspiró a historiadores, filósofos y eruditos… toda una cultura que hoy comparten más de mil millones de habitantes del planeta.
El Islamismo y la unicidad de Dios: el dogma fundamental
Uno de los dogmas fundamentales del Islam es la unicidad de Dios.
No se trata simplemente de «creer en un solo Dios», sino de afirmar, en un planteamiento de monoteísmo absoluto, que «no hay más Dios que Dios».
Dios no fue engendrado y no engendró. Tampoco tiene asociados; esta afirmación se dirige, por supuesto, a los cristianos, a los que el islam considera «asociadores», y a los que el Corán condena violentamente: les acusa de haber secuestrado el mensaje divino al asociar a Jesús y María con Dios.
Sin embargo, el dogma de la Trinidad está formado por Dios Padre, el Hijo Jesús y el Espíritu Santo, y no el Hijo, el Padre y María, como piensa el Islam.
Esta confusión se considera un signo de la influencia de los nestorianos, una de las ramas del cristianismo oriental: seguidores de Nestorio, Patriarca de Constantinopla, defendían la doble naturaleza de Cristo, divina y humana, negando a María el título de Madre de Dios y reconociéndola como Madre de Cristo.
A pesar de esta confusión, el Corán no acepta que Dios pueda darse por igual: «Sí, son impíos los que dicen: ‘Dios es, en verdad, el tercero de tres'» (sura 5, v. 73) o de nuevo: «Creed, pues, en Dios y en sus profetas. No digáis: ‘Tres'» (sura 4, extracto del v. 171).
¿En qué se diferencia el islamismo liberal de las corrientes tradicionales?
Esta teología realiza dos grandes inversiones con respecto a la concepción tradicional del islam, muy extendida tanto en el movimiento mayoritario suní como en el chií.
La primera inversión consiste en que el islam liberal hace hincapié en la importancia de la libertad del individuo en su relación con Dios, mientras que es más bien el respeto de las normas islámicas lo que tradicionalmente ocupa un lugar principal en la vida de fe de los musulmanes.
El islamismo liberal anima así a los creyentes a construir su relación con Dios a lo largo del tiempo, sin ceder a un conformismo que se impondría desde el principio.
«Un musulmán liberal no se sentirá atrapado en un marco preestablecido, diciéndose a sí mismo que comete un pecado si no respeta la letra del dogma establecido por las instituciones religiosas.
La cuestión ya no es de este orden, es una búsqueda constante del sentido mismo de nuestra relación con Dios», resume Omero Marongiu-Perria, teólogo y sociólogo musulmán, que ha editado el libro Qu’est-ce qu’un islam libéral (leer más abajo).
La teología liberal reconoce la preeminencia de los valores heredados de la Ilustración, mientras que el islam conservador puede entrar en conflicto con algunos de estos valores.
Por ejemplo, contrariamente al ideal de igualdad, el derecho musulmán clásico autoriza la jerarquización de musulmanes y no musulmanes.
En cambio, el enfoque del Islamismo liberal tiende a incorporar los logros de la modernidad y allana el camino al imamato femenino. Kahina Bahloul, Eva Janadin y Anne-Sophie Monsinay, las tres imanes francesas, afirman seguir esta teología.
El segundo gran cambio introducido por el islamismo liberal es la historización de los textos religiosos, incluido el Corán. Los teólogos liberales se interesan por el contexto en el que se desarrolló el profeta Mahoma. ¿Su objetivo? Intentar comprender cómo se fueron estableciendo los dogmas, hoy considerados intangibles.
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Vídeo sobre el Islamismo
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